lunes, 22 de noviembre de 2010

Caleidoscopio


Llega el fin de semana, y todos estamos conectados al facebook, msn, twitter y demás páginas que se me escapan de las manos. Después de hacer la pregunta más existencial del mundo (“¿Qué haces?”), empieza nuestro martirio; la respuesta es inmediata: “Nada, ¿tú?” (como si hacer “nada”, fuera posible). Es Viernes por la tarde/noche, y lo que generalmente recibo es una invitación a Las Peñas (vía msn – facebook – twitter ). Hasta el momento en que pongo el pie en la Metrovía, no tengo ni la menor idea, de qué demonios es lo que iré a hacer en las Peñas.

Llego. Me topo en el mismo lugar de siempre (escalón 010 – Entrada a Diva Nicotina). Si pudiera comparar a las Peñas con algún objeto, lo haría con un caleidoscopio. El caleidoscopio es una mezcla de formas y colores que resultan de tres espejos que forman un prisma triangular (por un segundo me sentí erudita en el tema, -por un segundo-). Adaptaré el concepto de este objeto a las Peñas:
Las Peñas: (sust. - adv). Lugar abierto en donde se mezclan distintos tipos de personas como rockstars, punkeros, bohemios, artistas, etc. (Formas/Prisma). Además de las personas que asisten al sitio, se percibe un ambiente relajado de infraestructura llamativa y versátil (Colores/Prisma).

En fin, Las Peñas es eso. Es estar parados en medio de la gente, esperando comer una manzana acaramelada; escuchar un estridente concierto de Diva Nicotina; hacer de chicos rudos por ir a comprar manguito o perica en la parte trasera de las Peñas; asistir a alguna exhibición de teatro en la calle (Normalmente se hace en la Plazoleta); Pasar del MAAC después de ver una buena película o presentación teatral e ir a la tiendita “El Túnel”; conversar por horas hasta darte cuenta que lo que estas hablando son puras pavadas por los litros de alcohol que te tomaste y que ni siquiera notaste (Peñas o no, generalmente, nadie los nota); o caminar por horas hasta toparte con la casa Neumane, para ver si hay alguna presentación de cortos. Todo un caleidoscopio. Casi lo olvidaba, recorrer los 444 escalones para confirmar que a medida que avanzas, existe una variedad de bares y karaokes, y que mientras tú subes, los gringos bajan con cara de asombro única e inigualable: “Estou es awesome!! Muy bonitou. Mi gusta Los Peñas”.

Requisitos para disfrutar una noche en las Peñas (Ponerse sistemáticos de vez en cuando no está de más):

  • Ser chiro no es un problema.
  • Algunos escritores se acercan a conversar, entonces, se debe tener disposición para hablar
  • Evitar asombrarse por la gente que ves y por la ropa que visten. (Mirar mal, puede traer inconvenientes)
  • Dejar de ser sedentarios, porque en las Peñas lo que menos se hace es quedarse parado
  • Tener siempre un plan B (¡¿Cómo demonios me regreso a casa?!)
Lamentablemente, los artesanos que exhiben sus productos en la plazoleta, vienen a finales de mes, por lo que fue imposible filmarlos, pero con ellos también contamos en las Peñas. Ellos son el color de la Plazoleta, por la variedad de tejidos y artesanías de las que disponen.
En mis brazos tengo 19 pulseras tejidas que he ido comprando con el tiempo, pero además de eso, se venden anillos, aretes, pipas, piercings, bolsos tejidos, cintillos de lana, pantalones artesanales y de más.
No sé si logré convencer a alguien en darse una vuelta por el “lugar bohemio”, pero yo tengo más de 444 razones para ir, al menos, un par de fines de semana (Claro, después de navegar en la red como dije al inicio).

Según Ebay, un caleidoscopio (de juguete) está entre los 30 y 50 dólares. Según los que frecuentan Las Peñas, para disfrutar del lugar se debe contar con cinco dólares como mínimo (es lo que generalmente cuestan los conciertos en Diva Nicotina) y 10 dólares como máximo. La pauta está dada, hagan sus decisiones.


Redactado por: Pamela León Andriuoli

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