Navidad, ¿en Las Peñas? from Gabriela Román on Vimeo.
martes, 7 de diciembre de 2010
A Las Peñas, ¿en Noche Buena?
Navidad, ¿en Las Peñas? from Gabriela Román on Vimeo.
Pasión en Las Peñas
Llego al Cerro y siento que viaje en el tiempo. Una arquitectura tradicional y música de antaño me hace sentir por lo menos de la edad de mis padres. Las personas que “paseaban” por el lugar, se encontraban(a juzgar por su estado) desde temprano en algún bar, y valiéndome de eso, les pregunte si venían de alguno cuyo dueño sea hincha de algún equipo nacional, pero no supieron responderme. Recurrí a uno de los guardias que custodian la zona y nada.
Papá Noel se olvidó de Las Peñas
En mi casa mi mamá parece deseperada cuando la Navidad llega, se va al mercado para comprar coloretes, guirnaldas, arbolitos en miniatura (como si no bastara con el que ya tenemos) y millones de lucecitas de colores con ese sonidito chirreante que me escandaliza. No sé si les importe una cuarta, o un medio lo que estoy diciendo, pero es enorme la diferencia que se vive entre cada hogar y Las Peñas.
Sabemos que en Navidad los locales de juguetes, o de ropa, o centros comerciales, tienen ganancias siginificativas port la festividad, pues en Las Peñas, los bares están sobrepoblados... de fantasmas. Las entrevistas que hice dejan ver esa parte, porque aunque no se admita explícitamente, los bares del lugar sufen un descenso en sus ventas, porque la gente se va a otros lugares del país y prefieren dejar la vida nocturna y bohemia, en segundo plano.
Algunos bares preparan menúes interesantes para sobrellevar el feriado, pero notarán que esta vez, el feriado ocupada todo el fin de semana, lo que evidentemente involucra que no se tiene un feriado largo para reemplazar las pérdidas.
A pesar de la historieta emo que acabo de contar, los trabajadores de los locales o bares, esperan con ansias el feriado porque sus esperanzas no cesan, supongo que algún borrachito ha de querer empiparse de licor en Las Peñas, descartar aquello, es pecar de guayacos.
Me soprendió enormemente, uno de los bares en particular, "Mokambo", que si bien es cierto, el dueño del peinado elegante no me quiso dar mayor infirmación, me hizo notar una tranquilidad tremenda en la organización del bar durante las fiestas: "Aquí se trabajara normal como siempre y siempre hay ganancias", ¿Dónde está el testimonio de este señor en los diarios en donde se afirma que Las Peñas sufre un bajón en sus ventas? (Lo siento, no puedo dejar de ser irónica).
Una vez más el famoso Diva Nicotina, no puede faltar, pero prefiero no hablar de eso, creo que en el video se esclarece de buena (o mala) manera mi reacción por no poder acceder al bar.
Sin embargo, Manuel Linares, dueño del bar "La Taberna" nos recibió con una salsa exquisita, y si supiera bailarla, lo hubiera hecho, pero no dejaré que los lectores sufran algún ataque de burla y comiencen a hacer humor negro con mis moviemientos (¿Y esto qué demonios tiene que ver con Manuel Linares?). El señor Linares nos comentaba que, muchas veces los extranjeros visitan su bar en festividades porque, según le han dicho, se vive "el verdadero sentir ecuatoriano en las navidades", me dijo que no sabía porque decían esto, pero Linares nos dice que caen con buen billete y entenderlos no es lo prioritario. Estos gringos se vuelven locos con nosotros.
Quimbita es otro de los bares en los que decidí averiguar. Debo admitir que es la primera vez que reacciono de buena manera, a los coqueteos del portero de un bar. Decidí acercarme a mi admirador no tan secreto (era bastante explícito), y empecé a preguntarle un par de cosas sin importancia, hasta que dí con el encargado del lugar. Quimbita, en relación a Mokambo, sí "la ve negra" estas festividades, pues aún no saben como superar el hecho de que la gente viaje a otros lados y se pierda todo un fin de semana. En fin, la justificación venia de inmediato: "Aunque de igual manera somos bien conocidos por el excelente serivicio" (El tipo es pilas: Camarita = Publicidad).
Algo me llamo la atención en gran medida (no sé hasta cuando me durará la capacidad de sorprenderme), aunque los bares se vean perjudicados en las ventas, piensan mantener los mismo precios; creo que los combos o promociones servirían de gran ayuda para la acogida de la gente. Esto nos lo dice muy claro nuestro amigo del peinado elegante.
Papa Noel se olvidó de las Peñas. No soy fan del regordete bigotudo y bonachón, pero lo coloco de esta forma porque es reconocido coomo símbolo de la Navidad Comercial, recontra comercial, y punto. Hacer la relación con el dólar vestido de barbas blancas, es para mí una excusa perfecta para decir que este feriado, Las Peñas se queda sin ganacias... y mi mamá se queda con lucesitas de sobra.
100% amarillo
Me contó que para los clásicos sólo aceptan a barcelonistas y que están preparados para el partido del sábado contra Deportivo Quito. No sólo habrá pantalla gigante, sino que premiará a todos sus asistentes. Si este último partido gana Barcelona, habrán premios y hasta quizás “bielas gratis”.
Así que amarillos, pilas con La taberna.
Un guayaco liguista
Fuera del bar El bucanero, me encontré a un guayaquileño que tarareaba “li li ga ga” y yo… OMG! Al entrevistarlo, confirmé mi hipótesis. Sí era liguista y guayaco, ¿buena combinación?... No lo sé.
Él estaba seguro que su equipo ganaría… ¿y si fuera lo contrario? “mmm sería bueno también, porque Emelec es un equipo guayaquileño”. Esa es una respuesta de un buen liguista jajaja
No le gustan las apuestas pero sí celebraría amenamente con sus amigos como de costumbre, acompañado de unas cervezas bien heladas y mientras tanto molestando a los del equipo perdedor.
Azul hasta la muerte
Ellos eran muy alegres, aseguraban que el Bombillo ganaba porque ganaba y que en el Capwell se daría la vuelta olímpica. Para la celebración habría pantallas gigantes, parlantes a la máxima potencia y la “piscina”(pileta) lista para el baño de la gloria.
Hinchas emelecistas en las Peñas! from Becks Vivar on Vimeo.
lunes, 22 de noviembre de 2010
El buen "Manguito"
Se me ocurren algunas ideas para calificar al bohemio lugar, aquí unas cuantas: “Las Peñas, un lugar para el disfrute cultural” (fofo), “Lo bohemio en su salsa” (más fofo), “¿Hippielandia?” (muy Chafo); no necesito ser una genio para darme cuenta de las ridiculeces que he descrito, pero me justifico en lo siguiente: Las Peñas no abarcan una especificidad, porque dentro de ella se vive un abanico de “esto y aquello”.
Ahora sí, voy al grano con la historia.
Belén había llegado un poco antes que yo, con ropa no tan llamativa y un atuendo sencillo; Rebeca llegó tiempo después, a diferencia de Belén y de mí, vino vestida con una blusa notoriamente fina y con un look tremendamente llamativo (not good). Decidimos empezar por la parte “hardcore” de nuestra reportería: “El negocio de la droga”.
Tal y como estaba planeado, fuimos al sitio y caminé hacia uno de los guardianes de carros, pues también son ellos los que se encargan de vender la droga en el lugar. Rebeca no dejaba de mencionar a las deidades y santidades habitadas en el cielo, y Belén no dejaba de sonreír nerviosamente con su celular/cámara en manos. En lo que a mi respecta, algo empezó a sucederle a mis rodillas, pues empezaron a acalambrarse a medida que caminaba hacia los “dealers” (vendedores de droga), en resumen, los nervios nos comían vivas.
Fui hacia el sujeto, me dijo lo siguiente:
Una vez fuera del sitio, pudimos sentirnos relajadas al fin, ojo, sin necesitar consumir ninguna sustancia psicotrópica. Nos sentamos en el escalón 001 de las Peñas, y desenrollamos el producto.
No Belén, no es orégano.